Edilberto Peña

Edilberto Peña

#Psicosalud

Twitter: @Edilberto_pena |

“¿Se me está olvidando todo?”

• La verdad detrás de la queja subjetiva de memoria


Cada vez más personas consultan por un problema que genera angustia: sienten que su memoria ya no funciona como antes. No recuerdan por qué entraron a una habitación, olvidan citas o se les escapan palabras comunes. Esta experiencia, conocida como “queja subjetiva de memoria”, es más frecuente de lo que se piensa y no siempre indica el inicio de una enfermedad neurodegenerativa.

De hecho, muchas de estas fallas tienen menos que ver con el alzhéimer, y más con el estrés y la ansiedad crónicos. Estos estados afectan directamente los procesos básicos de atención, fundamentales para que podamos registrar y retener información en la memoria de corto plazo y en la llamada “memoria de trabajo” -la que usamos para seguir instrucciones, resolver problemas o mantener una conversación sin perder el hilo-.

Cuando vivimos en un estado de tensión constante, el cerebro está en modo de alerta, no de concentración. La mente divaga, se dispersa, y lo que no se atiende, simplemente no se recuerda. Las sobrecargas de estímulos, el insomnio, la multitarea constante y la presión por “rendir” más, contribuyen a esta sensación de estar fallando cognitivamente.

¿Cómo manejarlo? Primero, no entrar en pánico. Es fundamental aprender a identificar y reducir fuentes de estrés, mejorar la calidad del sueño, limitar el uso de dispositivos digitales, establecer rutinas saludables y practicar técnicas de atención plena o de mindfulness. También es recomendable buscar una evaluación profesional que descarte otras causas y oriente el tratamiento si hay síntomas de ansiedad o depresión.

Es importante recalcar que, si a pesar de activar todas estas recomendaciones no mejoran los síntomas, es momento de acudir a un profesional de la salud mental.

Cuidar la memoria es cuidar la mente. Escuchar estas señales tempranas es un primer paso hacia una vida mental más sana y presente.