Flor Rubio

Flor Rubio

Enamorada de la TV

Viene Avatar, 3.a parte

¡Diciembre es bellísimo: cariño familiar y amor! ¡Afloran los mejores sentimientos!

En TV abierta veremos el 7 de diciembre la conclusión de Quién es la máscara, en Televisa: un muy agradable programa infantil/familiar. Por su parte, el 21 de diciembre será la final de La granja VIP, en Azteca. Este reality de famosos en cautiverio ha tenido éxito extraordinario y, desde su primer día, ha sido tendencia en redes sociales. ¡No hay que perderse la final! Para mí es un gran orgullo poder participar como crítica, y lo agradezco.

En cine, Disney tiene programado para la primera o segunda semana de diciembre el estreno de Avatar: fuego y cenizas, tercera de la saga (serán cuatro), que estremecerá a millones en todo el mundo: “¡Mi esposa Susy la vio y no dejó de llorar durante cuatro horas!”, aseguró su productor James Cameron, quien ha escrito páginas de oro con éxitos como Terminator, o Titanic, entre otros. El filme dura 2 horas 32 minutos. 

En México, en teatro hay puestas en escena con el máximo nivel de calidad mundial. Está El rey león, en el teatro Telcel; historia y música hermosas, con intérpretes admirables. También hay que ver Malinche, obra original de Nacho Cano –genio creativo de Mecano, y No me puedo levantar-. La obra es un montaje espectacular, con una visión muy interesante sobre la conquista española de lo que hoy es México.

Otro musical fantástico, en el teatro Insurgentes, es El fantasma de la ópera, del legendario músico y autor Andrew Lloyd Webber. Estrenada en Londres, hace 39 años, después de 15 mil representaciones ¡sigue en cartelera allá! Es un privilegio admirar el talento que han conjuntado productores mexicanos como Morris Gilbert y Carlos Carrera. Este nuevo tour 2025-2026 llegará a China, Japón, Estados Unidos, Hungría, Portugal, España, Australia, Austria, ¡y México! 

Navidad, fin de año, tiempo para reflexionar, respirar aire fresco continuar adelante con la vida, con la mejor actitud.

¡Les doy el abrazo más cariñoso y mis mejores deseos! 

Amen. Así, sin tilde.