
Les comparto el manifiesto que presentó, en 2021, mi amigo, Francisco Antonio Mercado Calderón, profesor de Toxicología Industrial, Facultad de Medicina, posgraduado, coordinador de Salud en el Trabajo, UNAM, asesor del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical, CILAS, A. C.:
“México, como país miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), debe cumplir sus directrices y lineamientos, así como considerar que el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, desde 1976, ubica al asbesto en el Grupo 1 (sustancias químicas, agentes cancerígenos para los humanos).
En el mundo, 69 países han prohibido su uso, para proteger la salud de trabajadores y de la población potencialmente expuesta.
El toxicólogo Francisco Antonio Mercado propone guías para manejar de manera segura residuos de asbesto y medidas para apoyar económicamente a la población que habita viviendas precarias con techos de láminas de asbesto.
Los daños a la salud son asbestosis o fibrosis pulmonar por las reacciones de cicatrización contra el asbesto, cáncer pulmonar, laríngeo, peritoneal, de la pleura pulmonar o mesotelioma maligno pleural y cáncer ovárico.
De 1979 a 2010, tuvimos 2,663 muertes por mesotelioma maligno pleural (MMP), según cifras oficiales: 62 % en hombres y 38 % en mujeres, ambos de 49 años en promedio. En 1998, la epidemia de MMP hubo 81 casos/año. Para 2010, fueron 231, es decir, de 1998 a 2010, 165 casos/año mientras que de 1979 a 1987, se registraron 26 casos/año”. Existen estimaciones referentes a un subregistro de la mortalidad por MMP, a lo que se sumarían 4,502 muertes, de 1979 a 2010.
Se estima que existen de dos a ocho casos de cáncer pulmonar asociados a la exposición al asbesto.
*Carlos Álvarez Flores, presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Experto en gestión de residuos y cambio climático