Fernando Gutiérrez

Fernando Gutiérrez

De barrio en barrio

Correo: fegutierrezp@gmail.com |

La Caja de Agua

Fue hace 23 años. Un hallazgo sorprendente: la Caja de Agua que surtía del líquido potable a la república de indios de Tlatelolco, gobernada por Cuauhtémoc. Gracias a la tecnología, el arqueólogo Salvador Guilliem armó un rompecabezas de casi 50 mil tepalcates de colores para desvelar la pintura novohispana más antigua de México, elaborada, en 1536, por tlacuilos, donde plasmaron, en 12 m2, el nacimiento del mestizaje.

Hasta entonces, Tlatelolco recordaba la caída del último bastión mexica, el 13 de agosto de 1531, la masacre estudiantil de 1968 y el sismo de 1985; pero ahora nos entregaba, además de la caja, una asombrosa obra pictórica con la historia de europeos y mesoamericanos, encontrada en julio de 2002, cuando albañiles remodelaban un piso de una oficina de Relaciones Exteriores.

Tras un minucioso trabajo de reconstrucción, este recinto fue inaugurado el 15 de diciembre de 2011. La caja tenía 2.20 de altura y el mural muestra la vida lacustre de los pueblos indígenas de la zona, además de piezas arqueológicas, colocadas a principios del siglo XVII cuando el virrey ordenó clausurarla para ampliar el convento. Dejó de operar entre 1603 y 1610. En una ceremonia indígena fue derrumbada, pero no saqueada. La humedad del lugar conservó vivos los colores del mural, por más de cuatro siglos.

El 13 de agosto de 1521, los españoles concluyeron su conquista militar en Tlatelolco. Entonces surgió el Imperial Colegio de la Santa Cruz, donde los indígenas aprendieron latín y español, con su promotor fray Bernardino de Sahagún. Y en el convento se construyó la Caja de Agua, una especie de cisterna surtida por los manantiales de Chapultepec, Azcapotzalco y Tacuba.

Fue adornada en sus paredes con un mural donde se plasmó la ideología de indígenas y frailes. Esta pintura reúne elementos de la nueva religión, así como de la flora y fauna del sitio y de la cosmología prehispánica, como águilas y jaguares (símbolos de Tenochtitlán y Tlatelolco, respectivamente), garzas, serpientes, simios, e incluso se incluye al ahuízotl, un perro mítico que en su cola tenía una mano con la que agarraba a sus víctimas para ahogarlas en los lagos.

Hay visitas guiadas de lunes a viernes, de 8:30 a 14 horas. Para recorrerla los fines de semana es necesario hacer cita al teléfono: 55 5583-0295. La entrada es gratuita.