México obtuvo 5 medallas en los Juegos Olímpicos de París: 3 de plata y 2 de bronce. La cosecha superó parcialmente las expectativas de lo que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) había presupuestado. Se rebasó la cifra de 4 metales ganados en Tokio 2020, pero se quedó muy lejos de las 9 medallas olímpicas de México 1968, el objetivo “para hacer historia”, como declaró Ana Guevara, la titular del organismo gubernamental del deporte.
Fue sorprendente y sobresaliente la actuación de los medallistas de plata, Prisca Awiti, en judo; Osmar Olvera y Juan Celaya, en clavados sincronizados, y Marco Verde, en boxeo. Olvera Ibarra hizo historia al conseguir dos medallas en esta justa en trampolín de 3 metros individual y en sincronizados con Celaya.
Prisca Guadalupe Awiti Alcaraz -de papá keniano, mamá mexicana y ella nacida en Londres-, obtuvo la primera presea para México en judo en toda la historia del olimpismo. Su fortaleza física y mental, potencia, destreza y capacidad combativa le permitieron conseguir la plateada en un deporte en el que México sólo había tenido en Vanessa Zambotti a su mejor exponente, como algo excepcional. La actuación de Awiti maravilló al mundo de los judokas. Una medalla con sabor a oro.
Olvera y Celaya se adjudicaron el segundo lugar en clavados sincronizados en una competencia de altísimo nivel técnico en la que se quedaron muy cerca del binomio chino que obtuvo el primer puesto para ratificar la total supremacía en esta disciplina. Osmar y Juan ejecutaron clavados con calidad muy cercana a la perfección. También es una medalla de plata como bañada en oro.
Marco Alonso Verde Álvarez hizo buenos los pronósticos en el boxeo y ganó la medalla de plata en la categoría de peso medio, con notable desempeño que lo llevó a disputar la final y dejó constancia de su calidad técnica, vocación ofensiva y fiereza, cualidades que caracterizan al boxeador mexicano.
Los clavados suman 17 medallas, el deporte más productivo para México, y enseguida el boxeo con 14, para confirmar que son los estandartes del deporte mexicano. Pero el judo fue la gran sorpresa.