Alejandra Angers

Alejandra Angers

Los consejos de Leopa

La agenda de mi hijo

Hace poco le pregunté a un paciente, de 5 años, si había practicado unos ejercicios en casa. Me contestó que no le daba tiempo. Quise averiguar por qué, y me respondió: “Tengo clases de inglés, matemáticas, futbol, natación, piano, karate y, aparte, vengo contigo. No me da tiempo!”. No tuve nada que decirle. Tenía razón.

Cuando éramos pequeños pasábamos muchas horas de la tarde jugando solos, con nuestros pares y, algunas veces, con nuestros padres. Teníamos tiempo de ver caricaturas, tal vez íbamos a alguna clase por las tardes e incluso podíamos aburrirnos. Sin embargo, hoy vemos padres que tienen saturadas las tardes de sus hijos, por pensar que les están dando lo mejor o por desear que sean los mejores.

Por supuesto, todos quisiéramos darles lo mejor a nuestros hijos, pero sobresaturarlos de clases extracurriculares les resta tiempo de juego, descanso, diversión y hasta de aburrimiento. Estos cuatro factores también son indispensables para su desarrollo y crecimiento. Estimulan la creatividad, socialización, gestión de emociones, capacidad de resolver problemas, fortalecen la autoestima y los relajan.

Esto no quiere decir que se les retire de toda actividad extracurricular, también es importante que tengan una que otra; pero siempre dejándoles tiempo en casa, no sólo para realizar sus tareas escolares, sino de tener espacios de recreación.