Flor Rubio

Flor Rubio

Enamorada de la TV

Nuevo álbum de Manzanero

Pepe Aguilar ha dado una de las muestras más poderosas de amor paternal que he visto en mi vida. Hombretón, recio, de semblante adusto que inspira respeto -no temor-. Sólido patriarca familiar, creció el legado de su padre Tony Aguilar -ranchero bueno y noble-, al consolidar su espectáculo de folclor mexicano y triunfar donde se presenta. 

Pero como papá es tierno y tiene una debilidad que no oculta: su hija Ángela -maravillosa cantante-, por la que seguramente ha gozado las mayores sonrisas y derramado –con su esposa Aneliz-, las más dulces lágrimas al verla crecer.

A sus 20 años, un día les confesó su amor por Christian Nodal –de 25-, y el deseo de vivir a su lado. ¿Qué podría hacer Pepe, el gran oso protector: rebelarse y decir que no tenía su autorización? Es el siglo XXI. Comprendió. Se casaron. Cuando un hijo decide emprender su camino, los padres tienen la opción de apoyar y confiar que irán adelante con los valores que les inculcaron. Es la vida.

Reaparecerán en las fiestas de octubre de Guadalajara –en pleno Día de los Muertos-, y luego al casino Yaamava, en California. Su yerno Christian Nodal tiene 38 conciertos que dar (hasta diciembre), en Chile, Panamá, Puerto Rico, y EE. UU.

Quien retornará a escenarios de nuestro país es Luis Miguel, con ¡10 galas! en la Arena CdMx y otras 36 en ciudades de México y Estados Unidos. Con agenda llena hasta el 25 de noviembre, seguramente tendrá más en el último mes del año.

Sobre Luis Miguel hay dos trascendidos relevantes. Uno es que se prepara documental sobre su larguísima gira, para una plataforma de streaming, de la misma manera que lo hizo Taylor Swift con su Eras Tour (le pagaron 75 millones de dólares por derechos). Y otro más, es que el divo, ¡por fin!, estaría preparando lanzamiento de nuevas canciones (el hijo de Armando Manzanero planteó en julio de 2023, un álbum completo con canciones inéditas de su padre). Lo que venga, apunta a buenas noticias.

Les deseo que su día a día sea bueno. 

Un abrazo cariñoso. Amen (así, sin tilde).