Fernando Gutiérrez

Fernando Gutiérrez

De barrio en barrio

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Santa María la Ribera

Esta historia es como sacada de un cuento. Y les diré el porqué: actualmente, estamos inmersos en una sobrepoblada y ruidosa Ciudad de México, en cuyas calles y avenidas predominan el pavimento y los edificios de hierro con cristales de espejo. Y, la verdad, no imaginamos la belleza de ciudad que tuvimos durante los afrancesados años del porfiriato.

Aquí, un ejemplo: ¿creerían que alguna vez la hoy calzada de la Ribera de San Cosme estuvo bañada por las aguas del enorme lago de Texcoco? Pues, sí, así fue. Justo donde está la estación del Metro San Cosme.

Hagamos un juego: cierren sus ojos por un momento y traten de visualizar una pequeña estampa de lo que les cuento.

Imaginen la hermosa fachada de la casa de Mascarones, construida entre los siglos XVIII y XIX, y proyectada como casa de campo o de veraneo por don José Diego Hurtado de Mendoza, Pedro y Vivero, séptimo conde del Valle de Orizaba y vizconde de San Miguel, un adinerado de la época, dueño nada más y nada menos que de la Casa de los Azulejos, en la hoy calle peatonal de Madero, y conocida por todos los capitalinos como el restaurante Sanborns.

¿Qué tal? Fue hermoso este ejercicio de imaginación, ¿o no? Y eso no es todo, esta casa de Mascarones dio pie a que, en 1861, se fundara la colonia Santa María la Ribera, en terrenos de la Hacienda de la Teja y del Rancho Santa María, del cual, posteriormente, tomaría el nombre la colonia, y adoptaría Ribera, por estar situada al norte de la rivera del lago texcocano.

Era el sitio favorito de los pudientes de la época. Un lugar para casas de descanso de los más influyentes. Y luego se edificarían obras de gran belleza como el Palacio de Cristal, mejor conocido como Museo del Chopo, el templo de los Josefinos, de estilo bizantino, la iglesia del Espíritu Santo, poseedora de una suntuosa decoración en su techo, el quiosco Morisco y el Museo de Geología, un exquisito edificio de estilo ecléctico.

La Santa María fue, de hecho, la primera colonia fuera del Centro Histórico, junto con la San Rafael, que eran ejemplos de modernidad. Es un sitio ideal para recorrer y admirar sus casonas antiguas.