Hoy dedicaré este espacio, si ustedes me lo permiten, a comentar un poco de la excelente actuación del equipo León en el presente torneo. Tuvieron que pasar muchos años para que la “fiera” volviera a la senda del triunfo, cosa que me alegra por el plantel actual.
Solo dos equipos esmeraldas han conseguido una racha de triunfos seguidos, el de la temporada 1975-1976, y el del que formé parte con el señor López Hernández, en 1955-1956. No estábamos tan mal cuando llegamos a esa marca. Lo que pasa hoy con el León me hizo recordar mi época de jugador, la que viví muy intensamente. Hoy, de igual manera, la vivo, pero como aficionado al futbol.
En esta parte, debo hacer mención especial al técnico Ignacio Ambriz por lograr un equipo competitivo. Nacho se distingue por hacer una carrera profesional madura, algo lenta pero segura, cosa que habla muy bien de él, pues su trabajo como auxiliar en España, al lado de Javier Aguirre, demuestra lo aprendido en el Viejo Continente.
Los jugadores esmeraldas están en buen momento, es un grupo unido y no parece que haya dimes y diretes, del porqué uno juega y el otro no. Ahí se refleja la mano del técnico.
Ojalá León siga así, que no pierdan el piso, pues en ocasiones, cuando hay estos halagos hacia los jugadores, parece que les dicen “cáiganse” y realmente se caen.
Lo mejor es jugar con humildad, porque ser humilde es ser buen jugador, buena persona, que se hable bien de ti en otro aspecto, además de lo meramente futbolístico.
Para terminar, en cuanto a la selección nacional, espero que el técnico Gerardo Martino, mire hacia los equipos que lo están haciendo bien, como León, y extraiga de ellos jugadores mexicanos de gran nivel, y no se case con las mismas figuras nacionales. Lo ideal es dar chance a otros para mostrar una cara diferente del Tri, y quizás, por ahí, podamos finalmente
ganar algo más.