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Tiempo de ser luz
Siempre es momento para ayudar pero hay momentos o circunstancias que nos invitan a hacerlo con más gusto.
Cuatro domingos antes de la Navidad inicia el tiempo de Adviento. La palabra Adventus se utilizaba en el mundo antiguo para anunciar la llegada del emperador, o uno de sus representantes, a una ciudad.
Eso significaba que los habitantes debían hacer los preparativos necesarios para que el distinguido visitante encontrara todo en orden: reparaban los caminos, limpiaban las ciudades, engalanaban las casas, podaban los árboles y lucían sus mejores atuendos.
Los cristianos decidieron utilizar la misma palabra para preparar espiritualmente la llegada de Cristo. Así, comenzaron
a preparar la Navidad con cuatro semanas de reflexión, oración y ayuda a los más necesitados.
El símbolo de la luz
La luz ha sido utilizada como símbolo de fe, fidelidad, sabiduría, esperanza, bondad y generosidad. Las principales festividades religiosas están acompañadas de luces, hogueras, cirios o veladoras. Un ejemplo es la Corona de Adviento.
La Corona de Adviento
Está hecha con ramos de pino y cuatro velas. El pino representa la inmortalidad y la eternidad porque nunca pierde su verdor.
Las cuatro velas aluden a las cuatro semanas de preparación para la Navidad y, su luz a las buenas obras. con las que se prepara la llegada del Niño Dios .
Luz sin obras es oscuridad
El adviento ofrece la oportunidad de solidarizarse con los necesitados. No sólo podemos ayudar a construir albergues, socorrer con ropa, alimentos o medicina. También podemos ofrecer: tiempo, afecto, atención, paciencia, escucha y muchas cosas más. Filantropía, altruismo o misericordia son diversas palabras que hablan de la solidaridad humana. El creyente es luz del mundo cuando sus obras reflejan el amor. Las obras de misericordia, pueden ser corporales o espirituales. Las primeras son: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, liberar al cautivo, visitar al enfermo y enterrar a los muertos. Se llaman corporales porque proporcionan ayuda para satisfacer una necesidad material. Las espirituales son: corregir al equivocado, enseñar al que no sabe, dar consejo a quien duda, consolar al afligido, soportar pacientemente a quienes nos molestan, perdonar de corazón y
orar por los vivos y los difuntos.
Cambiando al mundo
La pobreza, el egoísmo, la injusticia, la enfermedad o los fenómenos naturales (huracanes, inundaciones o sismos) hacen que el ser humano se sienta inmerso en la oscuridad.
No obstante, son los momentos en que podemos mostrar un corazón abierto y generoso. Las fiestas decembrinas son una magnífica oportunidad para ser luz del mundo.
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