“Cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional”. Esta es la definición de la palabra “revolución”. En nuestro país recordamos, a más de 100 años, ese movimiento que marcó el inicio de nuestra nación, como ahora la conocemos.
Actualmente, se emplea esta palabra con un espectro más amplio de las acciones y los escenarios donde se pretende generar un cambio significativo. Temas importantes como el cambio climático, la globalización o la economía logran generar movimientos masivos que, armados con las redes sociales, intentan revolucionar el mundo.
El ejemplo más claro y actual de ello, en nuestro país, es el del pueblo de Cherán, Michoacán. En 2011, harto del saqueo forestal y de la violencia, decidió alzar la voz y tomar acciones en contra de los culpables de esta situación, incluido el gobierno municipal.
La unión del pueblo y su decisión de poner fin a los abusos lograron un cambio profundo en su realidad actual. De entrada, sacaron a los talamontes y, con ellos, la violencia que los aquejaba. Ya entrados en mejoras, iniciaron un proceso legal para echar de su municipio a partidos políticos y, un año después, obtuvieron la autorización del congreso michoacano para ser autónomos y poderse gobernar bajo el sistema de usos y costumbres.
En YouTube podemos encontrar material audiovisual de este acontecimiento que nos demuestra la importancia de la palabra en cuestión. Un término que nos puede brindar desde nuevas tendencias culturales hasta una nueva y mejor realidad social. Por ejemplo, ¿quién no se ha imaginado una vida sin partidos políticos?